sábado, 7 de mayo de 2011

Opinión: Lectura "El último turquito"

La manera en la que el autor describe la selva tropical perennifolia me pareció muy bonita, porque lo hace de una forma muy poética. Describe cómo viven los animales, como es la flora, hasta el momento en el que el ser humano llega para destruirlo todo y convertirlo en campo de cultivo. Nos cuenta además que lo que destruye el hombre es un ecosistema que se ha generado durante millones de años y que no se regenerará hasta otros millones de años más, y solamente para obtener alimento. Pero la selva no tiene la culpa de que nosotros seamos una población tan grande,  así como los animales siguen la teoría de Malthus (que la población se limita o deja de crecer cuando los recursos o el alimento escasea), nosotros también deberíamos delimitar nuestra población.
Al  final del artículo se cuenta que la última ave, un turquito que sobrevivió a la devastación de la selva, en busca de alimento y agua, es matado  por un niño al verlo moribundo y lo peor de todo es que lo hace por diversión; pero aún más peor es que hay padres que enseñan eso a sus hijos, diciéndoles que está bien, que el ser humano es lo mejor en este planeta y que la naturaleza está para servirnos.
Esta última parte de cuando el niño mata al turquito, aunque sea la realidad, pero me pareció muy triste y hay veces en las que quiero cambiar el modo de pensar de esas personas, pero sé que es imposible pues la ignorancia y estupidez humana siempre estarán presentes. 

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